SANAR EL KARMA

26.03.2024

Todo lo que vivimos está marcado por las decisiones y acciones del pasado, lo que somos a día de hoy es el resultado de todo lo que hemos vivido.

La palabra Karma se refiere a acción-consecuencia, toda decisión y acción del pasado genera en nuestro presente una consecuencia.

La palabra karma no se refiere específicamente a lo negativo, aunque se suele denominar Dharma a las consecuencias como resultado de acciones positivas.

El karma no se experimenta de manera automática, es decir, podemos vivir y experimentar esos resultados después de mucho tiempo en que hemos realizado la acción.

El karma no solo depende de nuestras acciones, también de nuestros pensamientos y palabras en esta vida o en existencias anteriores.

El karma son como semillas que tenemos dentro y solo se necesitan las condiciones adecuadas para que broten. No podemos evitar tener karma y que lo experimentemos, se trata de entender que todo lo que nos sucede tiene un origen seamos conscientes o no, y cuando este surge debemos asumirlo, aprender para sanarlo.

Desde la perspectiva budista se trata no de evitar el karma sino generar mucho Dharma para compensar esas consecuencias de acciones del pasado.

Así, podemos distinguir diferentes tipos de karma:

  • Sanchita karma: es la suma de todo el karma acumulado, el cual está latente y se convertirá en una acción. Es un Karma de manifestación mental, está en nuestra mente y se refiere a los recuerdos, sean negativos o positivos, sobre algo que hicimos y no podemos dejar de pensar.
  • Prarabdha karma: es el karma que ya ha comenzado, que se deriva de las acciones pasadas y que no se agotará hasta que tengan lugar sus consecuencias. Es un Karma de manifestación emocional, es automático se percibe de manera instantánea, como cuando hacemos algo que nos hace sentir útiles o desdichados.
  • Agami karma: es el efecto que tendrán en el futuro nuestras acciones presentes. Es un Karma de manifestación física. Los efectos en el futuro debido a nuestras reacciones actuales y que viviremos en el fluir de nuestra vida.

Desde el budismo limpiar el karma requiere de una serie de condiciones que básicamente a lo que nos llevan es a reparar el daño que hemos hecho en el pasado:

  • Creatividad: Se de elegir ver lo bueno para no quedarte en lo negativo y así tomar nuevas decisiones de manera correcta.
  • Humildad: Nada nos pertenece. los objetos los bienes, las personas son de carácter temporal. Así podemos afrontar las inevitables pérdidas o separaciones.
  • Responsabilidad: es asumir que todo es fruto de nuestras acciones, pensamiento o palabras del pasado y así no culpar a nada ni a nadie por los eventos negativos que nos suceden.
  • Conexión: existe un vínculo entre todo lo que existe. nuestras palabras y acciones van a tener una repercusión en lo otro y en nosotros mismos.
  • Desarrollo: Todo cambio es una forma de crecimiento, todo cambia constantemente y nos permite evolucionar.
  • Focalización: concéntrate en el presente, dar pasos y valorar todo lo que sucede. Aquí es donde podemos cambiar las cosas y generar Dharma.
  • Generosidad: Se recibe lo que se da, pero es cualitativo no cuantitativo.
  • Cambio: a mismas acciones iguales resultados, si las cosas van mal, analiza que puedes cambiar, esto no asegura algo mejor, pero si algo diferente.
  • Paciencia: todo tiene su tiempo, su proceso, por más que queramos acelerar las cosas, las cosas son como son. Confía en que todo pasara.
  • Inspiración: compromete contigo, tus metas y tu vida.

Carolina Alvarez Patiño