LAS EMOCIONES
Llevamos varios artículos hablando de emociones, pero es fundamental detenernos a reflexionar sobre qué son realmente y cuál es su papel en nuestras vidas. Muchas personas me dicen: "¡Carolina, no quiero sentir más esto! Quiero dejar esta emoción". Por eso, hoy quiero aclarar qué son las emociones y cómo pueden ser nuestras aliadas.
¿Qué son las emociones?
Las emociones son respuestas de nuestro sistema a diferentes eventos y experiencias. Cada emoción es una forma de energía que nos predispone a la acción. En esencia, son herramientas que nos ayudan a navegar por la vida. No son nuestras enemigas; al contrario, son fundamentales para nuestro desarrollo personal.
Es importante experimentar cada emoción en el momento adecuado y no quedarnos estancados en una de ellas. En total, existen seis emociones primarias, pero hoy nos centraremos en tres que son clave para nuestro día a día: miedo, tristeza y rabia.
Las tres emociones clave
Miedo: Esta emoción es vital para nuestra supervivencia. Nos alerta sobre situaciones que pueden ser peligrosas y nos impulsa a actuar con cautela. Por ejemplo, si te asomas a una ventana, el miedo te recuerda que debes tener cuidado para evitar caídas.
Tristeza: Esta emoción nos permite reconocer pérdidas, sean temporales o permanentes. Nos ayuda a reflexionar y evaluar nuestras opciones. Si pierdes un trabajo, la tristeza puede impulsarte a considerar nuevas oportunidades, como buscar otro empleo o dedicarte a algo que realmente te apasione.
Rabia: La rabia es la reacción que tenemos ante situaciones que sentimos que no son justas. Su función es la justicia y nos proporciona la energía necesaria para defendernos y protegernos. Si sientes que algo te afecta, esta emoción puede motivarte a actuar y buscar un cambio.
El ciclo emocional
Imaginemos que te despiden de tu trabajo. Primero, el miedo te dice que necesitas tener cuidado y prepararte para la situación. Luego, la tristeza te lleva a evaluar tus opciones. Finalmente, la rabia te impulsa a actuar: enviar currículos, buscar nuevas oportunidades.
El problema surge cuando no rotamos por estas emociones. Si te quedas estancado en el miedo, puedes paralizarte. Si te hundes en la tristeza, podrías caer en una depresión. Y si te quedas en la rabia, podrías sentirte víctima sin actuar.
¿Por qué nos enferman las emociones?
Las emociones pueden enfermarnos cuando no les permitimos fluir. Si experimentamos una emoción que no corresponde a la situación, o si nos quedamos atascados en una, esto puede convertirse en un problema. Por ejemplo, la rabia reprimida puede transformarse en ira o frustración, lo que se vuelve tóxico para nuestra salud emocional y física.
Ejercicio de integración emocional
Para empezar a conocer y gestionar tus emociones, aquí tienes un ejercicio:
Encuentra un lugar cómodo: Siéntate en un lugar tranquilo donde no te interrumpan.
Evoca una emoción: Piensa en una de las tres emociones que hemos mencionado: miedo, tristeza o rabia.
Respira profundamente: Inhala y exhala por la boca, permitiendo que la emoción fluya por tu cuerpo. No la juzgues; simplemente permítele ser.
Observa tu cuerpo: Nota dónde sientes tensión o incomodidad. ¿Dónde se acumula esa emoción?
Conéctate con la sensación: Respira con atención en esa zona y observa cómo la emoción va perdiendo intensidad.
Este ejercicio te permitirá integrar emocionalmente esas experiencias. Conocer y reconocer tus emociones te permitirá manejarlas mejor y no ser esclavo de ellas.
Al final, aprender a manejar tus emociones es un proceso liberador que te ayudará a vivir de manera más plena y consciente. ¡Conócete a ti mismo y disfruta de cada paso en tu camino hacia el bienestar!
Carolina Alvarez Patiño