LA AUTOESTIMA
La Autoestima: Reflexión y Valoración Personal
La autoestima es la percepción y valoración que tenemos de nosotros mismos, compuesta por nuestras cualidades, capacidades y formas de sentir y pensar. Esta autoimagen puede variar a lo largo del tiempo y se basa en la comparación de nuestras características con un ideal de lo que deseamos ser.
La autoestima se define como un sentimiento valorativo que abarca nuestros rasgos corporales, mentales y espirituales, los cuales configuran nuestra personalidad. Cuando la autoimagen es congruente con nuestras aspiraciones ideales, disfrutamos de una autoestima alta. En cambio, una discrepancia significativa entre estos dos aspectos puede llevar a una autoestima baja.
Las autovaloraciones son el resultado de nuestras propias evaluaciones, pero también están influenciadas por cómo nos ven y valoran los demás, especialmente las personas significativas en nuestra vida.
La autoestima se construye desde la infancia y depende en gran medida de la relación con los padres y figuras cercanas. Es fundamental que los adultos expresen amor y apoyo, fomentando la autonomía del niño y minimizando la crítica. Un entorno de expectativas realistas promueve el aprendizaje y la aceptación de los errores, mientras que expectativas poco realistas pueden generar un deseo constante de aprobación, conduciendo al perfeccionismo disfuncional.
Una vez llegamos a la adultez, la responsabilidad de cambiar y mantener nuestra autoestima recae en nosotros mismos.
Una autoestima baja puede dar lugar a diversos trastornos psicológicos, incluyendo neurosis, depresión y problemas psicosomáticos. También puede manifestarse en rasgos como la timidez, la falta de iniciativa y la anticipación del fracaso, limitando el crecimiento personal. La necesidad de compararse con modelos sociales puede dificultar la comprensión de que cada persona es única, y que lo verdaderamente comparable es nuestro potencial en relación a nuestro rendimiento.
Una autoestima elevada actúa como un amortiguador ante críticas, rechazos y fracasos, ayudando a manejar los desafíos de la vida de manera más resiliente.
Además, la autoestima no es un concepto monolítico; podemos identificar diferentes tipos de autoestima, tales como:
- Académica
- Física
- Familiar
- Relacional
- Económica
- Laboral
- Social
Comprender y cultivar nuestra autoestima en sus diversas facetas es esencial para nuestro bienestar integral y desarrollo personal.
Carolina Alvarez Patiño