EL SER HUMANO, UN SER INTEGRAL

26.03.2024

La famosa frase de que somos un todo integrado.

Desde la visión holística escuchamos muchísimo esta expresión, en la que nos referimos a que el ser humano tiene un cuerpo, una mente y un espíritu. Esto nos permite entender cómo funciona el cambio y cómo podemos conseguir nuestros objetivos.

Cuando comprendemos que tenemos que trabajar esos tres componentes de nuestro Ser, manera simultánea, es cuando comenzamos a avanzar.

El cuerpo es el vehículo, es el coche que nos lleva a todas partes. Gracias al cual podemos interrelacionarnos y disfrutar de nuestra vida. Para esto debemos cuidar nuestra alimentación, nuestros hábitos, dormir, descansar, etc. y hacer todo lo que aporta a esa parte nuestra, que es más física. La frase "En cuerpo sano, mente sana". De nada sirve trabajar mi mente, mis emociones y trabajar mí parte espiritual, si no amo y cuido este vehículo, que es tan importante.

Luego tenemos la parte de la mente, esa parte emocional, esa parte donde están todas nuestras creencias , nuestras resistencias, nuestros miedos, etc. Es fundamental equilibrarla para poder conectar con nuestra parte espiritual. Tenemos que aprender gestionar nuestro ego, que en este caso no me refiero a la palabra egocéntrico ni yoismo. Me refiero al Ego, qué es la parte nuestra que nos permite también relacionarnos y estar en este mundo y vivir esta experiencia terrenal.

Nuestras emociones son necesarias y debemos gestionarlas para que jueguen a nuestro favor, porque no son nuestras enemigas. En otros artículos iremos hablando más profundamente de ellas.

Luego está nuestra parte espiritual. Cuando hablamos de espíritu, no nos estamos refiriendo a una parte religiosa, sino a esa parte nuestra que es inmortal, esa parte nuestra que realmente sabe cuál es nuestro camino, a que hemos venido. Cuando conectamos con esa parte nuestra encontramos la paz en nuestro interior y sabemos dar los pasos adecuados para encontrar la felicidad y nuestro bienestar. Para trabajar y activar la parte espiritual, algo fundamental es la meditación. Pero para que yo pueda ir conectando con mi parte espiritual, primero tengo que haber conseguido gestionar la parte de mi ego, para percibir de otra manera el mundo.

Cuando voy consiguiendo dominar al Ego, que siempre ha conducido ese coche, es cuando permito que la parte de mi espíritu, que realmente sabe para dónde debo ir, actué. Se trata de que el ego conduzca, pero el espíritu diga hacia dónde ir. Muchos de los conflictos que experimentamos en nuestra vida, tanto emocionales como enfermedades físicas, es porque la parte de nuestro espíritu va en dirección opuesta a la de nuestro Ego. Tenemos que aprender alinear el ego y el espíritu.

Entender que somos un todo, y que hay que trabajarlas todas en nosotros.

Nuestra sociedad occidental nos ha enseñado a que parece que estemos diseccionados, es más, nuestra medicina hasta hace muy poco está empezando a reconocer la parte psicológica y cómo puede afectar al cuerpo físico, pero la realidad es que nuestro cuerpo está completamente relacionado con lo que pensamos y con nuestras emociones.

En el cuerpo mi sistema digestivo aunque aparentemente no tenga ninguna relación con mi sistema urinario, están relacionados. Es como si nuestro cuerpo fuera un coche de Fórmula 1, que para que funcione completamente bien, necesita que todas las partes que lo integran funcionen bien. En cuanto en un coche empieza a fallar una parte, empiezan a fallar otras. Lo mismo sucede con nuestro cuerpo, debemos verlo desde esa globalidad para entender que muchos síntomas que se manifiestan no son independientes del resto de nosotros. Cuando yo experimento un conflicto emocional o un dolor físico tengo que mirar que hay detrás de eso, porque todo esta interrelacionado.

Carolina Álvarez Patiño