BIRDBOXING: CUANDO IGNORAMOS LAS SEÑALES DE ALERTA 

29.12.2024

El término birdboxing proviene de la película A Ciegas (Bird Box), protagonizada por Sandra Bullock, y describe una dinámica tóxica en las relaciones en la que una persona se entrega completamente, ignorando los defectos de la otra y aún más importante, sus propios instintos. El nombre proviene de la famosa frase: "No hay peor ciego que el que no quiere ver". Es la historia de esas relaciones en las que, aunque las señales de alerta están presentes, preferimos no verlas por miedo a enfrentar la realidad o, simplemente, por la ilusión de que todo mejorará si seguimos ignorándolas.

En una relación de birdboxing, uno está tan envuelto en la emoción de estar enamorado o atrapado por la idealización de la otra persona, que parece ponerte una venda en los ojos, como los personajes de la película que se tapan los ojos para evitar los peligros que acechan. Al igual que ellos, la persona que "birdboxea" evita reconocer los problemas evidentes y las conductas tóxicas de la pareja. Este comportamiento suele estar basado en la esperanza de que todo mejorará, pero la verdad es que las señales de alerta seguirán ahí, simplemente no las estamos mirando.

Este concepto no se limita solo a las relaciones amorosas. También puede aplicarse a otras áreas de la vida, como el trabajo, las amistades e incluso la forma en que te ves a ti mismo. A veces preferimos no ver las cosas que nos incomodan, ya sea por miedo a confrontarlas o por la creencia de que es más fácil seguir adelante ignorándolas. Todos hemos pasado por esa etapa en la que, a pesar de las advertencias de los demás, seguimos dándole el beneficio de la duda a alguien que no es lo mejor para nosotros. Si alguna vez lo viviste, seguro que ahora puedes verlo con una perspectiva diferente. Y si estás en medio de esta situación, es momento de quitarte la venda y enfrentar la realidad.

Para evitar caer en este patrón, una de las mejores herramientas es la autoobservación. Reflexiona sobre lo que realmente te gusta y lo que no te gusta de la otra persona. Es útil escribirlo y hacerlo más tangible, para que no te pierdas en la idealización. El enamoramiento puede nublar nuestro juicio, pero al poner las cosas en perspectiva, podrás ver con claridad si los defectos de esa persona son algo que puedes aceptar o si realmente no puedes vivir con ellos. El amor no debería hacer que sacrifiques tu bienestar emocional, ni que aceptes algo que en el fondo sabes que no es lo mejor para ti.

Recuerda que no se trata de ver a alguien como completamente bueno o malo. Se trata de tener una visión equilibrada, reconociendo tanto lo positivo como lo negativo, y evaluando si esa relación te aporta más de lo que te quita. Si las señales de advertencia son más fuertes que las cosas buenas, tal vez sea hora de mirar más allá y decidir lo que realmente necesitas para ser feliz.

Carolina Alvarez Patiño