APEGO SEGURO

01.11.2024

Los niños que desarrollan un apego seguro se sienten cómodos explorando su entorno, confiando en que su cuidador estará presente y responderá a sus necesidades. Este tipo de vínculo afectivo se caracteriza por la confianza y la seguridad en las relaciones, permitiendo a las personas expresar sus emociones y necesidades sin temor a ser rechazadas.

El apego seguro se establece cuando un niño recibe atención y cuidado consistentes y afectuosos de sus cuidadores. Esta relación permite que el niño se sienta protegido y respaldado, lo que a su vez le brinda la confianza necesaria para explorar y aprender sobre el mundo que lo rodea. La importancia del apego seguro es significativa para el desarrollo emocional y social de una persona, ya que facilita la formación de relaciones íntimas y comprometidas, así como el manejo adecuado de las emociones. También se ha asociado con una mayor resiliencia y un menor riesgo de sufrir problemas de salud mental.

Las personas con un estilo de apego seguro tienden a:

• Tener una autoestima elevada y una visión positiva de sí mismas y del mundo.

• No sentirse incómodas con la intimidad o la cercanía emocional.

• Disfrutar de una cohesión familiar sólida en la vida adulta.

• No temer al abandono ni a la soledad.

• Regular sus emociones de manera efectiva.

• Aceptar y manejar las emociones negativas sin ser abrumadas.

Trabajando hacia un Apego Seguro

Desde un apego evitativo: Para las personas con apego evitativo, es fundamental aprender a confiar y permitir la creación de una intimidad emocional. Algunos pasos importantes incluyen:

• Comprender el origen del apego evitativo y sanar las heridas emocionales que pueden estar en juego.

• Aceptar la posibilidad de sentirse rechazado, pero entender que no es un destino inevitable.

• Enfrentar las situaciones que evitas en lugar de huir de ellas.

• Buscar ayuda profesional para adquirir herramientas que faciliten la gestión de la inseguridad emocional.

• Aprender a expresar tus emociones sin miedo a ser juzgado.

Desde un apego ansioso: Aquellos que han desarrollado un apego ambivalente deben trabajar para superar la dependencia emocional y dejar de buscar constantemente la aprobación y presencia de otros. Para lograrlo, es recomendable:

• Reflexionar sobre cómo tus actitudes se derivan de confusiones y carencias afectivas, lo que alimenta tu inseguridad.

• Recordar que como adulto, no dependes de nadie para tu bienestar emocional.

• Fortalecer tu autoestima y amor propio, dándote a ti mismo el afecto que anhelas recibir de los demás.

• Cuidar tu diálogo interno, evitando inferencias negativas sobre las conductas ajenas.

• Ampliar tu círculo social, rodeándote de personas positivas y enriquecedoras.

Desde un apego desorganizado: Quienes presentan un apego desorganizado deben trabajar en las vertientes mencionadas anteriormente. En el contexto de una relación, se puede observar lo siguiente:

• Comodidad para expresar sentimientos y emociones sin miedo al juicio.

• Independencia mutua, donde ambos se sienten seguros mostrando vulnerabilidad.

• Confianza y habilidades para resolver conflictos de manera constructiva.

• Capacidad para establecer límites y respetar el espacio emocional del otro.

El camino hacia el apego seguro requiere tiempo, autoconocimiento y, a menudo, la guía de un profesional. A medida que las personas trabajan en su autoaceptación y en la construcción de relaciones saludables, pueden experimentar una transformación significativa en sus vidas emocionales y sociales.